Instalación Sonora Generativa a partir de paisajes sonoros.
Dimensiones variables. Sistema de 8 altavoces autoamplificados, programación en Max MSP, documentación escrita, proyección, espacio de escucha y mobiliario.
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Paisajes imposibles es una instalación sonora generativa que presenta y difunde el paisaje sonoro de un territorio imaginario que se encuentra en un punto indeterminado entre Asturias, Cerdeña, Valencia y el delta del Ebro. La instalación consta de 8 altavoces que de forma incesante difunden en el espacio expositivo, grabaciones de sonido de todos los territorios mencionados; para así crear un nuevo paisaje sonoro construido a partir de realidades colindantes.
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Funcionamiento.
El tiempo, en este territorio imaginario, ha sido comprimido: Si en el mundo real un día tiene 24 horas en este país inventado el día dura 1 hora y cada una de las horas del día tiene una duración de 2 minutos y medio. Al escalar el tiempo, el oyente puede, en el lapso de una 1 hora (del mundo real) escuchar todo lo que acontece en una jornada en este mundo imaginario.
El tiempo en este territorio ficticio viene marcado por las campanas de 24 campanarios distintos que cada hora lanzan las campanadas correspondientes indicándonos que hora es.
El día en este mundo imaginario se divide en cuatro franjas horarias, mañana, tarde, noche y madrugada. En cada franja horaria se suceden distintas situaciones sonoras y en cada periodo podremos escuchar los sonidos propios del momento. Así por la mañana escucharemos el bullicio de los mercados, por la tarde la salida del colegio, la noche el ocio nocturno, las ferias y desfiles nocturnos y en la madrugada el silencio de una noche de verano. Estos son, tan sólo cuatro ejemplos de la infinidad de posibilidades que alberga cada momento del día, ya que el carácter generativo de la pieza, propone diversas escuchas, cada día suena de una manera distinta, cada hora se desarrolla a partir de nuevas combinaciones de paisajes sonoros.
El paso del tiempo en esta instalación viene determinado, en sala, por un reloj digital que nos indica la hora "real" en la instalación y el número de días virtuales que han pasado hasta el momento.
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Grabaciones de Campo.
Esta instalación está formada por más de 400 grabaciones de campo y paisajes sonoros. Casi todas las grabaciones forman parte de mi archivo personal, estas grabaciones fueron realizadas en Asturias, Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona, Barcelona, Gerona y la isla de Cerdeña en Italia entre los años 2010 y 2014. El resto de grabaciones incluidas en el proyecto forman parte de Mapa Sonoru, Senda Sonora y el Mapa Sonoro de Ibias; todos ellos, proyectos fonográficos enraizados en el Principado de Asturias y coordinados o co-dirigidos por Juanjo Palacios que muy amablemente ha cedido esas y otras grabaciones personales para engrosar este proyecto.
Así mismo, este proyecto está constantemente nutriéndose de nuevas grabaciones que a lo largo de su muestra pública se irán sucediendo y acumulando en el sistema que acciona las grabaciones. Esta parte es importante ya que las nuevas aportaciones incrementan la profundidad de la instalación sonora añadiéndole complejidad y variedad, haciendo de los días más distintos los unos de los otros.
Un mundo a escala.
Paisajes imposibles surge a partir de la inspiración de dos elementos aparentemente inconexos. Por una parte, hay que imaginarse una de esas maquetas construidas por un jubilado alemán en la que en un sótano se reúnen y suceden distintos paisajes que van desde los Alpes hasta la Costa Azul pasando por pequeños pueblos y grandes ciudades, todo ello articulado a partir de un circuito ferroviario en miniatura. Esa es la idea de Paisajes Imposibles la de crear una maqueta a escala de un mundo imaginario, a partir de paisajes sonoros.
Paisajes imposibles surge a partir de la inspiración de dos elementos aparentemente inconexos. Por una parte, hay que imaginarse una de esas maquetas construidas por un jubilado alemán en la que en un sótano se reúnen y suceden distintos paisajes que van desde los Alpes hasta la Costa Azul pasando por pequeños pueblos y grandes ciudades, todo ello articulado a partir de un circuito ferroviario en miniatura. Esa es la idea de Paisajes Imposibles la de crear una maqueta a escala de un mundo imaginario, a partir de paisajes sonoros.
País petit.
La segunda fuente de inspiración surge a partir de la letra de una canción de Lluis Llach. A pesar de no sentir demasiado apego a su música la letra de la canción “País Petit” (País Pequeño en catalán) me pareció sumamente sugerente sobretodo en la estrofa en la que dice aquello de:
El meu país és tan petit
que des de dalt d'un campanar
sempre es pot veure el campanar veí
La propia idea de poder ver desde el campanario de tu pueblo el campanario del pueblo vecino me pareció poéticamente preciosa, y más teniendo en cuenta que las geografías implicadas en este proyecto son territorios poco extensos por lo general. A fin de cuentas la idea era resumir, escalar y convertir en maqueta algo tan extenso y con tan poca escala humana como la geografía.
La metáfora de Llach implica (en cierta forma) sobrevolar el territorio, recorrerlo a vista de pájaro y de eso trata Paisajes Imposibles, de sobrevolar con el oído un paisaje sonoro de un lugar inventado.
La falsedad, el invento.
La falsedad, el invento.
Otro de los desarrollos conceptuales que considero importantes en esta pieza es el uso mismo de las grabaciones de campo y la sencilla perversión con la que se utilizan. A diferencia de muchas cartografías sonoras y muchos proyectos de recogida, almacenamiento y muestra de paisajes sonoros, Paisajes Imposibles no trata de establecer relaciones directas entre sonido y lugar. Al contrario, este proyecto pretende desestabilizar los preceptos canónicos del paisaje sonoro explorando sus posibilidades creativas más allá del interés etnográfico, antropológico o biológico que estas puedan despertar.
Así pues, Paisajes Imposibles busca, ante todo, explorar la falsedad, la superposición de entornos sonoros ajenos los unos de los otros para construir a partir de la mezcolanza un nuevo paisaje sonoro imaginario y ficticio. Se trata pues de una recreación, de una invención y un “engañar al oído” para contar una historia a partir de retazos de realidades ajenas. Nunca fue intención en este proyecto el revelar una realidad concreta ni construir un proyecto a partir de la contraposición de paisajes sonoros de otros lugares, sino todo lo contrario se trata de buscar sus similitudes a “simple vista” y así presentar una composición global, común y libre de restricciones. Esta es, finalmente, una cartografía sonora perversa, que en vez de asir puntos de anclaje entre entornos sonoros y lugares específicos, los desmantela.
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Esta instalación cuenta con diversos formatos de muestra y exposición, en concreto tres. Primeramente está la formalización que podemos observar en el Laboratorio de Sonido de LABoral en el que la pieza se difunde a partir de un sistema de 8 altavoces.
El segundo sistema de muestra se realizará a través de internet el día 18 de Julio coincidiendo con el Día Mundial de la Escucha. A lo largo de dicha jornada Paisajes Imposibles será audible a través de internet y en tiempo real a través de un streaming. Esta será la primera versión ya no en 8 canales sino en estéreo.
Finalmente la pieza se trasladará a Lo Pati, en el Delta del Ebro donde se formalizará en un sistema de auriculares para una escucha individualizada e inmersiva. Esto será a principios de septiembre en el marco del Festival Eufónic.
Paisajes imposibles (Impossible Landscapes) is a generative sound installation presenting and disseminating the sound landscape of an imaginary territory located somewhere between Asturias, Sardinia, Valencia and the River Ebro Delta. The installation consists of eight loudspeakers in the exhibition space uninterruptedly playing more than 400 sound recordings made in the above-mentioned territories, creating a new sound landscape built on the basis of bordering realities.
Time has been compressed in this imagined territory. While, in the real world, a day has 24 hours, in this invented country the duration of the day is one hour and, in turn, each one of its hours lasts just 2½ minutes. This scaling of time allows listeners to perceive, in the lapse of one hour (of the real world) all the things taking place in one day of that imaginary world. In the make-believe territory, the passing of time is marked by the bells of 24 belfries which tell us what time it is on the hour.
Paisajes Imposibles is the winning project of the production grant opened by LABoral Centro de Arte y Creación Industrial y Lo Pati Centre d’Art de les Terres de l’Ebre and it will be exhibited there in September.
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Agradecimientos.Daniel Romero, Óscar Abril Ascaso, Lucía García, Patricia Villanueva, Maria Romalde, Sergio Redruello y Juanjo Palacios.
Obra producida originalmente en LABoral.