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Escuchando: HIROKI SASAJIMA - Into The Nothings

En las primeras derivas hechas hasta la fecha hemos intentado caminar por la frontera entre los dos conceptos o diferenciaciones que Schaffer expuso en su momento. Estamos intentando trazar un camino en dónde desvelar fuentes sonoras esta al orden del día igual que el hecho de oscurecerlas enmascararlas y alterar su estructura básica a la búsqueda de timbres, ritmos y velocidades distintas. 
 
Interesante es también empezar a entender el paisaje sonoro compuesto como un collague de texturas acústicas que evoluciona a ritmos pausado y a veces no tan pausados. En el caso de la ciudad uno se ve forzado a la rapidez, inmediatez y a la captura de elementos de corte manufacturado. Así pues en las derivas uno busca ataques de señales de tráfico, pisadas sobre suelos arenosos, puertas, persianas y demás elementos construidos. De esta manera se crea una abanico de objetos sonoros que empiezan siendo concretos y derivan en algo abstracto. Siempre en ese orden, desvelando la fuente al principio para luego descomponerla y manipularla. 
 
En ese detalle estamos trabajando últimamente a dos niveles. Por un lado nos dedicamos a la escucha minuciosa de distintos proyectos y especialmente al brillante catalogo del joven Netlabel Impulsive Habitat. Dicho sello de libre distribución se centra en producciones basadas en la composición de paisajes sonoros. Ahora mismo escuchamos a Hiroki Sasajima (un viejo conocido de Audiotalaia, por cierto) que presenta una pista de 20 minutos en la que entrelaza toda una serie de sonoridades capturadas en los bosques que hay al pie del Monte Fuji en Japón. 
 
Sasajima se caracteriza por ser muy minucioso y minimalista en sus composiciones (normalmente bajo una estética que podríamos clasificar como música ambiental) sin embargo en este caso, el joven japonés nos presenta una pieza basada única y exclusivamente en paisajes sonoros. 
 
Así pues es un gran ejemplo de cómo mezclar y construir un friso sonoro de texturas que evoluciona de una manera casi imperceptible. Se trata de un paisaje que recorre la frontera entre lo abstracto y lo concreto, Sasajima juega a que intuíamos cual es la raíz de cierto sonido para luego arrebatarnos nuestra idea preconcebida y llevarnos por nuevos derroteros. 
 
Al igual que en sus composiciones más electrónicas y postproducidas la esencia del sonido Sasajima se mantiene indicándonos una vez mas que este señor sabe lo que se trae entre manos. Un muy buen ejemplo de como usar paisaje sonoro y microsonidos para construir un tercer significado, un concepto que pasa por encima de implicaciones técnicas o virtuosismos, el concepto de quietud, estaticidad. Finalmente, Into The Nothings es un retrato sonoro y impecable de un bosque en calma.